martes, 1 de marzo de 2011

Libros Del Autor: Serie Adicciones

RPI: 184905
$5.000
La Adicción es una enfermedad física, primaria, progresiva, crónica, adictiva, mortal, recuperable en parte,  que también afecta a la mente y las relaciones interpersonales se puede controlar pero no hay mejoría total; una vez presente, puede ser enterrada, estará ahí latente, peligrosa como los residuos nucleares; amenazante, como una alergia mal curada, arrogante como un luchador profesional.
Nadie es culpable por tener cáncer, nadie es culpable por ser adicto, éste debe asumir las pérdidas, afrontar las consecuencias, responder, en la medida de lo posible, reacondicionar la  familia dañada aunque muchas veces es imposible, ya es demasiado tarde, de todas maneras debe, el adicto,  creer más en el bien que en el mal.
La adicción tapa lo bueno, nuestros dones, nuestras motivaciones y talentos únicos, nuestra creatividad; así como lo perjudicial e indeseable de la enfermedad, es decir, ella mantiene enterrados nuestros tesoros porque su poder es sobrecogedor.

RPI: 184908
$8.000
Las Pérdidas del adicto son incontables, adicción es el colmo del mal, la adicción lo lanza en el abismo de la angustia, es como si los terrores de Dios estuvieran alineados contra él.
La adicción nos habla de culpa, vergüenza, remordimientos, desesperanza que esclaviza y destroza, los buenos momentos de la vida le vuelven todos la espalda.; el adicto vive al margen del mundo, en una región olvidada por todos, un país de miseria.
No existe droga alguna sobre este planeta, que provoque felicidad ni tranquilidad, ni un aumento o mejoría de la inteligencia o de las habilidades personales; las drogas no producen genios ni artistas, ni mejores hombres, ni mejores mujeres, solamente los destruyen; todas las drogas, sin excepción alguna, afectan directamente al sistema nervioso de las personas que las consumen.
Sin la droga en el cuerpo, es insociable, nada lo satisface plenamente;  lleva en su mochila todo el desaliento y los defectos de los tiempos, sin comprender el sentido de su existencia que le parece demasiado larga.
Aun en sus noches y en sus sueños, se siente intranquilo consigo mismo, culpable, sin tomarle verdadero cariño a la vida, sin tomarse en serio el mismo, su vida, en verdad, es amargamente triste, con una desilusión irremediable y que parece definitiva, el adicto, no se comprende a sí mismo, ni los demás a él.

RPI: 184904
$5.000
La Codependencia es una adicción a una persona y sus problemas; es una condición psicológica en la cual alguien manifiesta una excesiva, y a menudo inapropiada, preocupación por las dificultades de alguien más.
Existe codependencia o atadura emocional, cuando una persona se encuentra aferrada emocionalmente a cosas negativas o patológicas de alguien que le rodea; sea el marido, la mujer, padre, hijo, pariente o compañero de trabajo.
Es un hambre espiritual; es una enfermedad, cuya característica principal es la falta de identidad propia; el codependiente pierde la conexión con lo que él siente, necesita y desea; el codependiente piensa: “Yo elevo mi autoestima resolviendo tus problemas y aliviando tu dolor; yo dejo de lado mis pasatiempos e intereses; paso mi tiempo compartiendo tus intereses”.
El codependiente cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás; da más importancia a los demás que a sí mismo; se crea un yo falso, pues en realidad no está consciente de quién es y está tan desconectado de sus propios sentimientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás.
Es un ciclo de patrones de conducta, y pensamientos disfuncionales, que producen dolor, y que se repiten de manera compulsiva, como respuesta a una relación enferma y alienante, con un adicto activo, o en una situación de toxicidad relacional.
El codependiente se avergüenza por lo que hacen otras personas y toma las cosas de una manera personal; invierte una enorme cantidad de energías en mantener una imagen o un estatus para impresionar, porque su autoestima es muy baja, ya que depende del valor que los demás le otorgan.

RPI: 184907
$5.000
 La Recaída se define como el proceso de retroceso a los patrones de comportamiento y pensamiento típicos de la adicción activa que ya se habían superado y que finalmente llevan de vuelta al uso, retrocediendo hasta llegar de vuelta al estado de enfermedad adictiva que existía antes de comenzar la recuperación.
Para poder hablar de recaída una persona debe haber estado previamente en recuperación, o sea, abstinente y con cambios de conducta, por un período significativo de tiempo.
Una persona en recuperación puede comenzar a mostrar síntomas de una recaída mucho antes del consumo; poder identificar estos síntomas y tratarlos a tiempo puede ayudar a prevenir una recaída; se produce en el adicto, un retorno del pensamiento obsesivo con respecto al uso; podrían ser pensamientos relativos al uso, sueños o deseos de usar que vuelven luego de que habían desaparecido.
La Planeación de Prevención de Recaídas es un proceso que debe ser parte integral de la recuperación; el resultado será la libertad de disfrutar una sobriedad confortable con la seguridad de tener un entendimiento de la recaídas que permita contar con un plan de acción para interrumpirlas cuando se presenten; el plan de prevención de recaídas debe ser compatible con los grupos en que esté participando el adicto en recuperación.


RPI: 184906
$5.000
 La Recuperación es un proceso de crecimiento y de desarrollo que progresa de tareas básicas a complejas, esta progresión va de la abstinencia, aprendiendo a cómo dejar de usar alcohol o drogas, a la sobriedad.
La recuperación es un asunto personal; más que de cualquier otro factor, depende del adicto, de sus características y recursos personales; cada persona, frente a un tratamiento, reacciona de manera completamente distinta; para unos, el panorama puede ser desolador, se entregan a la desesperación, para otros, se transforma en una experiencia de crecimiento personal y sacan a la luz toda su riqueza interior.
La recuperación de una enfermedad adictiva es un largo y angosto camino que puede llevar a vivir en abstinencia, sobriedad y armonía, a tener un por qué para vivir, a regresar a casa, regresar a la vida; no es un proceso de crecimiento en línea recta, no es un camino sin nubes ni un cielo estrellado, es un tiempo en que las cuatro estaciones se confunden con tibios soles de agosto, lluvias desaforadas puelche devastador, ventiscas de nieve; rugirá la adicción en la puerta del adicto para volver a entrar; a veces, prometedora primavera que puede servir de tierra de cultivo a la omnipotencia y si el adicto no está atento puede llevarlo una vez más a la debacle, a la recaída.
Las fronteras que separan la armonía de una vida en negro, son frágiles, hay que fortalecerlas, sin perder el norte, aceptando que vendrán fracasos y avances, si ya estás sobre la escala mecánica no dejes de dar un paso a la vez, sin detenerte a fin de no retroceder.
No quitar la mirada del blanco, lo que no es nada de cómodo, no perder de vista la luz cuando estás dentro del túnel, algunos dirán que es mejor meditar y que con eso basta, cada uno con su receta, no  se trata de darle la espalda al sufrimiento, sino encararlo.

1 comentario:

  1. pero falta un poco solo como ¿cuales son los mas propensos en caer adictos ?

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